Si no eres muy fan del brócoli pero sí de las papas y padeces hipertensión, quizás debas considerar comer más del primero que de las segundas, pues recientemente, un pequeño estudio dio a conocer que comer verduras crucíferas puede reducir aún más la presión arterial que las verduras ricas en almidón.
El trabajo incluyó a 18 adultos de entre 50 y 75 años con presión arterial elevada. Se les asignó al azar comer una sopa hecha con brócoli, col rizada, coliflor y repollo o una sopa hecha con papa, calabaza y zanahoria todos los días para el almuerzo y la cena durante dos semanas. Posteriormente, después de comer su dieta habitual durante dos semanas, comieron la otra sopa durante dos semanas más.
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La presión arterial sistólica de los participantes (el primer número de una lectura) fue 2.5 puntos más baja, en promedio, cuando comieron la sopa de verduras crucíferas en comparación con la sopa de raíz y calabaza.
Según los autores, dicho beneficio puede deberse a ciertos nutrientes que se encuentran en mayores cantidades en las verduras crucíferas, incluidos los nitratos, la vitamina K y el magnesio.
Fuente: Harvard Medical School