La hipertensión, también conocida como presión arterial alta, es una afección médica común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Si bien es posible que no siempre cause síntomas evidentes, la hipertensión no tratada puede tener consecuencias graves y potencialmente mortales a largo plazo.

En esta nota exploramos algunas de las principales consecuencias de la hipertensión no tratada.

1. Enfermedades cardíacas. La hipertensión crónica ejerce una presión adicional en las arterias y el corazón, lo que puede provocar el engrosamiento y endurecimiento de las paredes arteriales, así como el agrandamiento del músculo cardíaco. Con el tiempo, esto aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas como la enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca, arritmias y ataques cardíacos.

2. Accidentes cerebrovasculares (ACV). La presión arterial alta puede dañar los vasos sanguíneos en el cerebro, lo que aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares isquémicos (causados por la obstrucción de un vaso sanguíneo) y accidentes cerebrovasculares hemorrágicos (causados por la ruptura de un vaso sanguíneo). Los ACV pueden causar daño cerebral permanente, discapacidad e incluso la muerte.

3. Enfermedad renal crónica. La hipertensión crónica puede dañar los pequeños vasos sanguíneos en los riñones y reducir su capacidad para filtrar desechos y toxinas del cuerpo de manera eficiente. Esto puede provocar enfermedad renal crónica, insuficiencia renal e incluso requerir diálisis o trasplante de riñón.

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4. Problemas de visión. La hipertensión puede dañar los vasos sanguíneos en la retina, la parte del ojo responsable de la visión, lo que puede llevar a problemas oculares como retinopatía hipertensiva, hemorragias oculares, pérdida de visión y en casos extremos, ceguera.

5. Complicaciones vasculares. La presión arterial alta aumenta el riesgo de desarrollar otras complicaciones vasculares, como aneurismas (abultamientos en las paredes de los vasos sanguíneos), enfermedad arterial periférica (estrechamiento de los vasos sanguíneos que afecta las piernas y los pies) y enfermedad vascular cerebral.

La clave para prevenir estas graves consecuencias es el control regular de la presión arterial y el tratamiento adecuado de la hipertensión. Esto puede incluir cambios en el estilo de vida, como una dieta saludable y ejercicio regular, así como medicamentos recetados por un médico.

Si tienes hipertensión o crees que puedes estar en riesgo, es importante buscar atención médica para recibir un diagnóstico y un tratamiento adecuados. El control adecuado de la presión arterial puede ayudar a prevenir complicaciones graves y mejorar la calidad de vida a largo plazo.

 

Fuente: Mayo Clinic