Una contracción ventricular prematura (CVP) es un impulso eléctrico adicional que surge de uno de los ventrículos del corazón. Dicho impulso adicional se presenta antes de que el siguiente latido cardíaco normal tenga la posibilidad de ocurrir.
Las CVP son muy comunes y normalmente inofensivas. La mayoría no ocasiona síntomas y se resuelven por sí solas sin tratamiento. Si experimentas síntomas, como mareos o desmayos, infórmaselo a tu proveedor de atención médica. En muchos casos, simplemente con realizar cambios en el estilo de vida, como limitar la cafeína, es suficiente para controlar los síntomas.
Muchas personas con CVP no las sienten en absoluto. Otras las describen como una sensación de «aleteo» o «volteo» en el pecho.
En algunas personas, estas sensaciones inusuales de latidos del corazón pueden resultar difíciles de tolerar.
Otros síntomas de CVP pueden incluir:
- Dificultad para respirar (disnea)
- Aturdimiento o sensación de desmayo
- Cansancio
- Se siente una sensación de martilleo en el cuello
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El riesgo de CVP es mayor en personas con ciertas condiciones de salud, como por ejemplo:
- Hipertensión
- Infarto previo
- Enfermedad coronaria
- Miocardiopatía dilatada
- Miocardiopatía hipertrófica
- Cardiopatía congénita
- Insuficiencia cardíaca
Ciertos factores del estilo de vida también incrementan el riesgo de CVP, entre ellos:
- Altos niveles de estrés
- Consumo de cafeína
- El consumo de drogas
- Consumo excesivo de alcohol
- Uso de nicotina
- Falta de sueño o insomnio
- Las personas con obesidad también tienen un mayor riesgo de sufrir CVP
Para la mayoría de las personas, las CVP son inofensivas y no ocasionan síntomas. Si las CVP ocurren ocasionalmente o no presentan otros síntomas, no es necesario que consultes a un proveedor de atención médica.
Sin embargo, si presentas CVP que son cada vez más frecuentes, es importante que acudas con tu médico para una evaluación.
Fuente: Very Well Health
