Un estudio reciente descubrió una conexión entre la aterosclerosis, no mantener un horario regular para acostarse y dormir durante períodos de tiempo inconsistentes.

Recordemos que la aterosclerosis es una enfermedad en la que el colesterol, los depósitos de grasa y los productos de desecho celular en la sangre forman placas pegajosas en el interior de las arterias. Por lo tanto, las placas engrosan las paredes de las arterias y pueden hacer que se endurezcan. La afección inhibe el flujo sanguíneo, impidiendo que llegue suficiente oxígeno a los órganos.

En concreto, el trabajo halló que las personas mayores que variaban el tiempo de sueño en un promedio de dos horas durante una sola semana, así como aquellas que retrasaban su horario de acostarse hasta por una hora y media, tenían más probabilidades de presentar síntomas subclínicos de aterosclerosis.

Conoce más: Calcio en las arterias, ¿cuál es el riesgo para la salud?

De acuerdo con un comunicado de prensa, los autores midieron lo siguiente para investigar la presencia de placa en las arterias:

  • Acumulación de placa grasa calcificada en las arterias: calcio en las arterias coronarias.
  • Acumulación de placa grasa en las arterias del cuello: presencia de placa en la arteria carótida.
  • Espesor de las dos capas internas de las arterias del cuello: espesor íntima-media carotídea.
  • Estrechamiento en las arterias periféricas: el índice tobillo-brazo.

De esta forma, detectaron placa calcificada en las arterias, la principal causa subyacente de eventos cerebrovasculares y ataques cardíacos. Cuando midieron la presión arterial de los participantes en sus brazos y compararon dicha cifra con la presión arterial en sus tobillos, los índices braquiales altos resultantes indicaron rigidez en sus vasos sanguíneos. Ambos síntomas pueden ser signos de desarrollo de aterosclerosis.

Fuente: Medical News Today