El organismo requiere una cantidad adecuada de colesterol para su funcionamiento óptimo. No obstante, un exceso de colesterol en la corriente sanguínea puede estrechar e, incluso, obstruir las arterias, aumentando así el riesgo de enfermedades cardíacas, como la enfermedad de las arterias coronarias.

Afortunadamente, existen medidas que se pueden adoptar para reducir el colesterol «malo» (LDL) y aumentar el colesterol «bueno» (HDL). Adoptar un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, el control del peso y la práctica regular de actividad física puede resultar fundamental.

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Recomendaciones

Para fomentar la salud cardiovascular, se sugiere adoptar cambios en el estilo de vida, entre ellos, una dieta orientada a reducir el colesterol. Aquí algunas recomendaciones:

  1. Opta por grasas más saludables, limitando tanto la grasa total como la saturada. No más del 25 al 35% de las calorías diarias deben provenir de grasas en la dieta, y menos del 7% deben provenir de grasas saturadas.
  2. Limita el consumo de alimentos ricos en colesterol a menos de 200 mg al día. Estos alimentos incluyen vísceras, yemas de huevo, camarones y productos lácteos enteros.
  3. Incorpora alimentos ricos en fibra soluble, que contribuyen a prevenir la absorción de colesterol en el tracto digestivo. Ejemplos de estos alimentos son cereales, frutas y legumbres.
  4. Integra pescado rico en ácidos grasos Omega-3 en tu dieta. Aunque estos ácidos no reducirán el nivel de colesterol «malo» (LDL), pueden aumentar el nivel de colesterol «bueno» (HDL).
  5. Controla la ingesta de sal para no exceder los 2,300 miligramos diarios (aproximadamente una cucharadita de sal).

Así que ya lo sabes, adoptar un enfoque de estilo de vida saludable es esencial para mantener niveles de colesterol equilibrados y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.

La selección de grasas más saludables, la limitación de alimentos ricos en colesterol, la inclusión de fibra soluble, la incorporación de pescado rico en Omega-3, la moderación en el consumo de sal y la restricción del alcohol son medidas clave. 

En caso de dudas, te recomendamos consultar a un profesional de la salud.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos