Un catéter arterial es un tubo delgado y hueco que se coloca en una arteria (vaso sanguíneo) en la muñeca, la ingle u otra ubicación para medir la presión arterial con mayor precisión de lo que es posible con un manguito de presión arterial. Esto suele ser llamado “línea de arte” en la unidad de cuidados intensivos (UCI) de un hospital.
El catéter también se puede utilizar para obtener muestras de sangre cuando sea necesario medir con frecuencia los niveles de gases (oxígeno y dióxido de carbono) en la sangre. A veces también se puede extraer sangre para otras pruebas de laboratorio.
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Medir los gases en sangre puede ser muy importante cuando una persona padece una enfermedad crítica. El oxígeno y el dióxido de carbono son gases importantes que se intercambian en los pulmones y se transportan por la sangre. El oxígeno entra en el cuerpo cuando inhalamos aire. Todas nuestras células requieren oxígeno para sobrevivir, y el suministro de oxígeno puede verse afectado por problemas en los pulmones, la circulación (movimiento de la sangre a través de las arterias y venas) o la sangre.
El dióxido de carbono es un gas producido por nuestras células mientras funcionan. Este expulsa un exceso de ácido del cuerpo cuando una persona lo exhala. Una acumulación de dióxido de carbono puede ser dañina. Dicha acumulación puede ocurrir debido a problemas pulmonares o de circulación.
Fuente: American Thoracic Society