El COVID-19 grave implica el desarrollo de neumonía, que es la inflamación (causada por una infección) de los pulmones, directamente en los alvéolos.
El COVID-19 grave es mucho más probable si eres un adulto mayor o padeces alguna de las condiciones de salud que te hacen vulnerable. No es imposible en las personas sanas, pero es mucho menos común.
Los pacientes con la forma grave de la enfermedad tienen mucha dificultad para respirar (y pueden ser incapaces de hacerlo a un ritmo cómodo al moverse levemente o, incluso, si se encuentran en reposo). También respiran más rápido de lo normal, incluso cuando están quietos. No pueden terminar una oración sin realizar respiraciones adicionales. Incluso pueden evitar hablar. Sus niveles de oxígeno suelen disminuir, por lo que la necesidad de respirar con rapidez es fuerte.
Los médicos medirán las tasas de respiración cuando evalúen la afección. Los adultos normales registran entre 12 y 18 respiraciones por minuto si tienen un buen estado de salud. En la neumonía, la tasa aumenta, a veces notablemente. (NOTA: estas son datos para los adultos. Los niños pequeños respiran mucho más rápido que las personas adultas).
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En la COVID-19 grave:
- Estás notablemente sin aliento y puedes hacer muy pocas actividaes.
- Puedes quedarte sin aliento, incluso cuando está sentado(a) y quieto(a).
- Es posible que no puedas completar una oración al hablar.
- Es posible que tengas que esforzarte mucho para respirar.
- Te duele el pecho, el estómago o la espalda cuando respiras.
- Tu temperatura es alta.
- Su pecho se siente apretado, como si no pudieras expandirlo adecuadamente.
- No puedes seguir el ritmo de tu respiración, como si acabaras de correr a toda velocidad (excepto que no lo has
hecho). - No estás comiendo o bebiendo normalmente.
- No puedes leer ni mirar televisión porque estás demasiado concentrado en la respiración o te sientes muy mal.
- Los demás piensan que estás confundido.
Otros síntomas comunes de la neumonía por COVID-19 incluyen (y no es necesario que tengas todos o incluso la mayoría de ellos):
- Respiración rápida y superficial.
- Latidos rápidos.
- Mal aspecto.
- Disminución de la presión arterial.
RECUERDA: Si tú o alguien de tus seres queridos presentan cualquiera de estos síntomas, particularmente si no puedes hablar o estás respirando más fuerte y con mayor rapidez, debes buscar ayuda médica urgente. Llama a tu número de emergencias local o acude al servicio de urgencias de tu clínica u hospital más cercano.
Vía: Patient
