En un posible presagio de futuros problemas de salud mental entre los médicos que trabajan durante la pandemia de coronavirus, una nueva investigación publicada en la revista JAMA Network Open revela que los médicos jóvenes que tratan a pacientes con COVID-19 poseen una mayor carga emocional, pues reportan un aumento considerable en sus niveles de depresión, ansiedad y miedo.
Investigadores chinos y estadounidenses descubrieron que para más de 380 residentes médicos en Shanghai (China), sus problemas mentales eran mayores que los de los residentes de primer año del año anterior.
«Incluso antes de esta pandemia, los niveles de los síntomas de depresión y ansiedad entre nuestros trabajadores de la salud ya eran altos, y nuestros hallazgos indican que están empeorando», señaló el doctor e investigador Srijan Sen, psiquiatra y neurocientífico de la Universidad de Michigan.
«Como está claro que esta pandemia nos acompañará en el futuro inmediato, debemos priorizar el bienestar de nuestros trabajadores de la salud, no solo para ellos mismos, sino también para los pacientes que los necesitarán durante los próximos meses y año», subrayó Sen
Por su parte, el doctor Weidong Li, profesor de la Universidad Jiao Tong de Shanghai, dijo que el final del invierno es una época de emociones intensas en China, debido al Año Nuevo Lunar.
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«Nuestros resultados indican que los efectos negativos para la salud mental del COVID-19 no se limitan a los médicos que trabajan en Wuhan, donde ocurrió el brote inicial, sino que se extienden a otros lugares como Shanghai, que está a 800 km de distancia», mencionó.
«Con los numerosos casos nuevos repartidos por todo el mundo, esto tiene implicaciones importantes respecto a la forma en la que las comunidades de todo el mundo están respondiendo a esta creciente crisis de salud pública», agregó Li.
Los investigadores hallaron que la clase de residentes de este año vio cambios en la mayoría de las medidas de salud mental y violencia en el lugar de trabajo. Otra investigación demostró que el entrenamiento médico de primer año está relacionado con un aumento en los síntomas depresivos, apuntaron los investigadores.
«Es fácil olvidar que enfrentan muchas de las mismas tensiones adicionales que el resto de nosotros: preocupaciones sobre los ancianos o la familia en riesgo, así como la pérdida del cuidado infantil, mientras manejan simultáneamente una mayor carga de trabajo clínico, y todo mientras se ponen a sí mismos y a sus familias en un mayor riesgo de infección», enfatizó la investigadora Elena Frank, directora del Estudio de Salud Interno y miembro del laboratorio de Sen en Michigan.
«Las posibles consecuencias para la salud mental de enfrentar presiones tan enormes no pueden pasarse por alto», finalizó Frank.
Vía: Health Day News