Cuando un bebé nace, una de las mayores preocupaciones de los padres es saber sobre su estado de salud integral. Y uno de los mayores temores son los conocidos como defectos cardíacos congénitos.
Se trata de problemas con la estructura del corazón que ya están presentes en el momento en el que el bebé nace. Son el tipo más común de defectos congénitos.
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Estos pueden afectar diversas funciones de la salud cardíaca, como las paredes del corazón, las válvulas cardíacas, las arterias y las venas cercanas al corazón. También pueden provocar que el flujo de sangre vaya más despacio, en el sentido contrario, al lugar equivocado o se interrumpa totalmente.
¿Cómo se diagnostican?
Solamente un profesional de la salud puede diagnosticar alguno de estos defectos congénitos, mediante exámenes físicos y exámenes especiales que se usan para detectar defectos del corazón al nacer.
En la mayoría de los casos, estos son identificados durante el embarazo o inmediatamente después del nacimiento. Algunas de las señales de posibles defectos cardíacos congénitos severos al nacer son:
-Respiración rápida.
-Tono azulado de piel, labios y uñas (Cianosis).
-Cansancio.
-Mala circulación.
El tratamiento adecuado depende del tipo de defecto, cómo es y la edad, tamaño y estado de salud general del niño.
Causas
Aunque se desconoce la causa exacta de la mayoría de este tipo de defectos, comúnmente ocurren debido al desarrollo incompleto o anormal del corazón del feto durante las primeras semanas de embarazo.
No se pueden prevenir, sin embargo, existen diversos tratamientos disponibles, tanto de los defectos como de los problemas de salud asociados.
¿Cuáles son los más frecuentes?
Entre los defectos cardíacos congénitos más frecuentes, se encuentran los siguientes:
-Estenosis valvular aórtica.
-Comunicación interauricular.
-Estrechamiento aórtico.
-Conducto arterial persistente.
-Tetralogía de Fallot.
-Conexión venosa pulmonar anómala total.
-Tronco arterial común.
-Comunicación interventricular.
Vía: Medline Plus
