El proceso para llevar a cabo un trasplante inicia una vez que el médico diagnostica una enfermedad que ha afectado gravemente un órgano o tejido específico en el paciente. Posterior al diagnóstico, el paciente es enviado al especialista correspondiente para determinar si existen razones médicas que establezcan tratar el padecimiento mediante un trasplante.
Los casos más frecuentes que involucran esta práctica incluyen insuficiencia renal crónica, algunos tipos de insuficiencia cardíaca, padecimientos que afectan la forma y transparencia de las córneas en los ojos, y en algunos casos, insuficiencia en el hígado o pulmón, entre otros.
En México, los principales tipos de trasplante que se practican son:
- Córnea
- Médula ósea (progenitores de la sangre)
- Hueso
- Válvulas cardíacas
- Riñón
- Hígado
- Corazón
- Pulmón
Asimismo, existen más de 400 hospitales distribuidos en todo el sector salud (sociales, públicos y privados) que realizan diferentes tipos de trasplantes.
Para que un hospital pueda concretar trasplantes en nuestro país, éste requiere de un permiso otorgado por la Secretaría de Salud para dicha actividad, además de contar con personal médico capacitado e identificado.
La mayor parte de los centros de salud autorizados para realizar trasplantes se ubican en las capitales de los estados y en las ciudades más grandes del país. La capacidad técnica de sus cirujanos y los programas de trasplante se distinguen por su elevada calidad.
México es una nación en la que se hacen trasplantes desde el año 1963, habiendo realizado hasta el momento alrededor de 40 mil.
Vía: Centro Nacional de Trasplantes