Se conoce como tortícolis a la afección en la que los músculos del cuello se contraen y provocan que la cabeza se incline hacia un lado. También es conocido como cuello rígido o cuello torcido.

Aunque suele ser una contracción poco frecuente y que pareciera solo afectar a jóvenes y adultos, lo cierto es que los bebés también la llegan a padecer.

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De hecho, expertos en salud señalan que la tortícolis es relativamente frecuente en los recién nacidos.

Causas

En los bebés recién nacidos, la tortícolis puede ocurrir debido a la postura que adoptaban dentro del vientre materno o después de un parto difícil. A esto se llama tortícolis del lactante o tortícolis muscular congénita.

Aunque no se conocen las causas exactas de por qué algunos bebés desarrollan esta afección y otros no, la mayoría de los médicos creen que se puede deber a:

-La posición que adoptó el feto dentro del útero.

-El uso de instrumentos como fórceps o de ventosas en un parto.

Signos y síntomas

Los padres pueden sospechar que su pequeño sufre de tortícolis del lactante si presenta alguno o varios de los siguientes signos:

-Inclina la cabeza en una sola dirección (es algo que puede ser difícil de percibir en bebés de pocos meses).

-Prefiere mirar por encima del hombro en lugar de girarse para seguir a alguien con los ojos.

-Al recibir el pecho tiene dificultades para hacerlo de un lado (prefiere hacerlo exclusivamente de un solo lado).

-Le cuesta girarse hacia una persona y se siente frustrado cuando no puede girar la cabeza por completo.

Consideraciones

Solamente un médico puede diagnosticar un caso de tortícolis del lactante. Si los padres detectan los signos antes expuestos, deben ir con el pediatra, quien le realizará al pequeño un examen físico para saber hasta dónde puede girar la cabeza.

En casos de que se compruebe la afección, es posible que el médico le enseñe a los padres ejercicios de estiramiento del cuello para que los practiquen en casa. Esto ejercicios ayudan a aflojar o soltar el músculo tenso y a reforzar el músculo debilitado del lado contrario.

La mayoría de los bebés con tortícolis mejoran mediante cambios de postura y los ejercicios de estiramiento. Esta afección puede tardar hasta 6 meses en desaparecer por completo y, en algunos casos, hasta un año o más.

 

Vía: Kid’s Health