Aunque la deficiencia de vitamina D se relaciona con problemas en la salud ósea, las mujeres embarazadas podrían enfrentar enfermedades crónicas como obesidad, hipertensión y diabetes, debido al déficit de este nutriente.
Tal vez no lo sabías, pero hasta 21% de las embarazadas registra valores no óptimos este componente, esencial para el metabolismo del calcio y la mineralización de los huesos del feto.
A decir de Carla González Leyva, investigadora del Instituto Nacional de Perinatología (INPer) “Isidro Espinosa de los Reyes”, el 90% de la vitamina D que requiere el cuerpo proviene de la exposición solar y 10% de los alimentos.
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De acuerdo con un estudio reciente, en el que participaron 70 mujeres del Instituto Nacional de Perinatología (INPer), sólo el 13% presentó concentraciones adecuadas de vitamina D hasta el final de la gestación. Por ello, resulta importante observar y combatir los factores de riesgo para evitar enfermedades futuras.
Recomendaciones
El cuerpo produce la vitamina D cuando la piel se expone directamente al sol —por eso se denomina la vitamina de la “luz del sol”—. Procura salir durante el día y exponerte a los rayos solares por 15 minutos. Es importante no permanecer mucho tiempo bajo el calor, así como utilizar protector solar.
Muy pocos alimentos contienen vitamina D de manera natural. Sin embargo, los pescados grasos —atún, salmón y caballa— están entre las mejores fuentes de esta vitamina. El hígado de res, el queso y las yemas de los huevos también suministran pequeñas cantidades.
Vía: Notimex