Una vez que hayas dejado de fumar, puede convertirse en un reto sustituir el cigarro por hábitos más saludables.

Por ello, la Asociación Americana del Corazón sugiere lo siguiente:

  1. Ve una película interesante.
  2. Encuentra algo que puedas crear, armar o construir (como por ejemplo un rompecabezas, un modelo a escala, etc.).
  3. Dale un poco de vida a tu patio o terraza plantando flores.
  4. Relájate con una siesta durante la tarde.
  5. Escribe correos electrónicos o cartas a amigos y familiares, especialmente a aquellos que no has visto por mucho tiempo.
  6. Evoca buenos recuerdos con tus películas caseras o álbumes fotográficos.

Recuerda, no creas que puedes fumarte un cigarrillo después de llevar tiempo sin hacerlo sin que genere efectos secundarios en tu cuerpo. Si vuelves a fumar, tu posibilidad de recaer es de entre el 90 y 95%.

Asimismo, NO hay días «especiales» para fumar. Una vez que lo hayas dejado no sirve un día especial como el nacimiento de tu hijo, la boda de tu hermano o que te hayas ganado la lotería. El escenario ideal para recaer es con todos tus amigos alrededor y más de uno ofreciéndote tabaco, así que sé fuerte y evita nuevamente ser un apestado o apestada por el olor a nicotina.

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También toma en cuenta que aunque lleves un año si fumar, existen estudios que afirman que podrías comenzar a hacerlo esporádicamente después de ese tiempo, así que no seas carne para las tabacaleras (otra vez).

Finalmente, si recaes no todo está perdido: las recaídas son parte del proceso de dejar de fumar, lo normal es tardar entre cinco y siete años en dejarlo, con una media entre tres y cinco intentos serios para eliminar el hábito por completo. Así que lo que cuenta es la experiencia, si has recaído deja pasar unos meses y aprende de tus errores para volver intentarlo, siempre pensando que tu meta última es no volver a encender un cigarro jamás.

 

Vía: Health Library / Vitónica