No lograr un embarazo a causa de la infertilidad es un problema que altera de forma importante una relación. De acuerdo con especialistas, la depresión y ansiedad son las principales consecuencias, alterando la armonía entre las personas involucradas.
Tanto la depresión como la ansiedad son estados de ánimo que pueden experimentar las parejas que tienen dificultades para procrear, apuntó Imelda Hernández Marín, encargada del Servicio de Biología de la Reproducción Humana del Hospital Juárez de México.
De acuerdo con Imelda, durante el último año, en el Servicio de Biología de la Reproducción Humana del Hospital Juárez de México se recibieron a 156 pacientes de primera vez y 310 subsecuentes por infertilidad. En esos servicios ambos, hombres mujeres, presentaban depresión y/o ansiedad.
Conoce más: Fecundación ‘in vitro’ en mayores de 40 años, ¿cuánta probabilidad de éxito tiene?
La especialista explicó que la condición de infertilidad se establece cuando, después de 12 meses de relaciones sexuales frecuentes sin utilizar métodos de planificación familiar, no se logra el embarazo. Asimismo, también se presenta cuando una pareja tuvo un hijo, pero la mujer no vuelve a embarazarse.
Imelda detalló que entre los principales factores de la infertilidad se encuentran problemas del varón, o bien alteraciones en la capacidad reproductiva de la mujer en los ovarios, el útero o las trompas de Falopio, entre otros.
A las parejas que presentan este problema, se les realiza un protocolo y se investiga el tipo de alteración que tienen para ofrecerles algunas alternativas, como pueden ser la inducción ovulatoria o la inseminación intrauterina, para que puedan lograr el embarazo.
Vía: Notimex