Si eres de las personas que gustan de realizar ejercicio por la mañana, es importante que te levantes lo suficientemente temprano para terminar tu desayuno, al menos, una hora antes de tu entrenamiento o rutina de ejercicio. Es decir, debes estar bien alimentada(o) para hacer ejercicio.
Los estudios sugieren que comer o beber carbohidratos antes del ejercicio puede mejorar el rendimiento durante tu rutina o entrenamiento, y puede ayudar a que te ejercites durante más tiempo o con mayor intensidad. Si no comes, puedes sentirte lenta(o) o mareada(o) cuando realices ejercicio.
Con base en lo anterior, si planeas hacer ejercicio dentro de la hora posterior a desayunar, procura consumir un desayuno ligero o bebe algo como una bebida deportiva si decides no ingerir sólidos. Concéntrate en los carbohidratos para obtener la máxima energía.
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Las opciones de desayuno más recomendables incluyen:
- Cereales integrales o pan
- Leche baja en grasa
- Jugo
- Un plátano
- Yogur
- Un hot cake
Puedes combinar las distintas opciones a tu gusto y en las porciones adecuadas. Para esto, pídele ayuda a tu médico o nutriólogo.
Y recuerda, si normalmente tomas café por las mañanas, beber una taza antes de tu entrenamiento probablemente esté bien. Asimismo, debes recordar que cada vez que ingieres una comida o bebida por primera vez antes de un entrenamiento, existe la posibilidad de que sientas malestar estomacal.
Si tienes más dudas sobre cómo la dieta puede beneficiar tu rutina de ejercicio, consulta a un profesional de la salud.
Vía: Mayo Clinic