Cuando una persona con diabetes contrae gripe o un fuerte resfriado, el cuidado de la diabetes a menudo pasa a segundo plano. ¿Quién quiere controlar sus niveles de azúcar en sangre cuando levantarse de la cama parece una tarea complicada? ¿Y quién quiere seguir un plan de comidas cuando es difícil ingerir alimentos?
Por difícil que parezca, en realidad debes prestar más atención a tu diabetes cuando no te sientas bien.
Antes de sentir el primer estornudo, habla con tu médico o nutriólogo sobre tu dieta para los «días de enfermedad». En general, debes ceñirte lo más posible a tu plan de alimentación habitual. Si tienes un poco de malestar estomacal, todavía puedes alcanzar tus metas nutricionales diarias con alimentos suaves como gelatina, galletas saladas, sopa o compota de manzana. Si incluso estos alimentos te causan problemas y necesitas mantener estables tus niveles de azúcar en sangre, prueba con caldo o consomé, jugo de frutas, pudín, sorbete o yogur.
Conoce más: Alimentación recomendada según el tipo de diabetes
La Asociación Estadounidense para la Diabetes recomienda consumir 50 gramos de carbohidratos cada tres o cuatro horas. Lee las etiquetas y haz los cálculos. [O consulta a tu médico o nutriólogo ahora, antes de que te enfermes, si no estás seguro(a) de cómo hacerlo]. También debes asegurarte de tomar muchos líquidos durante el día; esto incluye 120 ml de agua cada hora, pues deberían ser suficientes. Siempre que leas las etiquetas, asegúrate de tener en cuenta el contenido de azúcar de los medicamentos que estés tomando. Algunos medicamentos para el resfriado y la gripe contienen azúcar.
Si tus niveles de azúcar en sangre suben demasiado, es posible que debas reconsiderar tu plan de comidas. Pídele a tu médico, dietista o educador en diabetes que te explique qué debes hacer en esta situación.
Fuente: Health Day