Tanto las jeringas como las plumas de insulina usan una aguja pequeña para inyectar insulina en tu cuerpo. Existen pros y contras para cada uno, y con cuál terminarás en última instancia dependerá de tu estilo de vida y del consejo de tu médico.
Aquí te mencionamos algunas cosas que debes saber sobre las jeringas de insulina:
- Vienen en algunos tamaños diferentes.
- Tu médico te dirá cuánta insulina necesita por dosis.
- Por lo general, extraerás la insulina en la jeringa cuando la necesites.
- No son tan discretas como una pluma de insulina.
Ahora, te mencionamos algunas cosas que debes saber sobre las plumas de insulina:
- Algunas plumas usan cartuchos que se insertan manualmente en la pluma.
- Otras plumas se llenan previamente y se desechan después de usar toda la insulina.
- Las agujas de las plumas suelen ser más pequeñas que las de las jeringas.
- No todos los tipos de insulina se pueden usar con una pluma.
- Las plumas pueden ser más caras que las jeringas y, a veces, no las cubren los seguros médicos.
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Cómo administrar insulina sin una jeringa
Existen dos formas de obtener tu insulina sin usar una jeringa o aguja. Tu médico decidirá si una de estas opciones funciona para tus necesidades personales.
Bombas de insulina:
Administra insulina continuamente a través de un tubo de plástico colocado de forma semipermanente en la capa de grasa debajo de la piel.
- Generalmente se colocan en el área del estómago o en la parte posterior de la parte superior del brazo.
- Puede administrar insulina con mayor precisión que una jeringa
- Necesita que le digan que administre insulina adicional para las comidas
- Puede causar aumento de peso
- Puede causar infección
- Puede ser cara
Inhaladores de insulina:
- Administran insulina mediante acción ultrarrápida
- Se utilizan normalmente antes de una comida
- Comúnmente deben usarse junto con insulina inyectable de acción más prolongada
- Pueden causar menos aumento de peso
- Pueden causar tos
- No administran dosis tan exactas en comparación con otros métodos
- Requieren pruebas de rutina para controlar los efectos secundarios
Fuente: Healthline
