De acuerdo con Mayo Clinic, una dieta contra la diabetes implica comer alimentos más saludables en cantidades moderadas y cumplir los horarios de comida habituales. Los elementos clave son las frutas, los vegetales y los granos integrales.
Si tienes diabetes o prediabetes, lo ideal es consultar a un dietista para que te ayude a crear un plan de alimentación saludable. Este plan te ayudará a controlar tu nivel de azúcar en la sangre —glucosa—, tu peso y los factores de riesgo de enfermedades cardíacas, como la presión arterial alta y las grasas en la sangre.
¿Por qué debes cuidar tu alimentación?
Cuando se consumen calorías y grasas en exceso, el cuerpo genera un aumento no deseado de glucosa en la sangre. Si no existe un control de la glucosa, pueden ocurrir problemas graves, como hiperglucemia —niveles elevados de glucosa en la sangre—, que si persisten pueden causar complicaciones a largo plazo, como daños a los nervios, los riñones y el corazón.
Afortunadamente, puedes mantener niveles seguros de glucosa en sangre si eliges alimentos saludables y haces un seguimiento de tus hábitos alimenticios.
Conoce más: Ejercicio, ¿por qué juega un papel esencial en las personas con diabetes?
¡Comienza con el método del plato!
La Asociación Americana de Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés), ofrece un método sencillo para planificar las comidas. En esencia, se centra en comer más verduras. Sigue estos pasos cuando prepares tu plato.
- Llena la mitad del plato con verduras sin almidón, como espinacas, zanahorias y tomates.
- Llena un cuarto del plato con una proteína, como atún, cerdo magro o pollo.
- Llena el último cuarto con un artículo de grano entero, como arroz integral o una verdura con almidón.
- Incluye grasas buenas, como nueces o aguacates en pequeñas cantidades.
- Agrega una porción de fruta o lácteos y una bebida de agua, té o café sin azúcar.
Recuerda que estas recomendaciones sólo son una guía para comer mejor. Si necesitas una dieta personalizada y apegada a tus necesidades, visita a un profesional de la salud.
Fuente: Mayo Clinic