Todas las personas, sin importar su estado de salud, deben cuidar su higiene bucal. Si bien la caries y otros problemas dentales pueden aparecer sin importar la edad, el género o el estilo de vida, un paciente con diabetes enfrenta mayor riesgo, así como consecuencias más severas. De hecho, la misma diabetes puede empeorar la situación de los dientes y las encías.
De acuerdo con expertos, la diabetes disminuye la capacidad de la boca para combatir los gérmenes. Además, un alto nivel de glucosa puede hacer que los problemas en las encías empeoren. Es importante que los pacientes con diabetes visiten a un odontólogo con frecuencia, debido a que las enfermedades en las encías no causan dolor, por lo que suelen descubrirse cuando el daño ya es serio.
Señales de advertencia
- Sangrado de las encías al cepillarse o usar hilo dental.
- Encías rojas, hinchadas o sensibles.
- Encías que se separan de los dientes —s posible que se vea parte de la raíz de los dientes o que estos parezcan más largos—.
- Pus entre los dientes y las encías.
- Mal aliento.
- Dientes flojos o separados uno del otro.
- Cambios en la manera en que los dientes encajan cuando se muerde.
- Cambios en el ajuste de dentaduras parciales o puentes.
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Se ha demostrado que las personas con diabetes enfrentan mayores probabilidades de desarrollar enfermedades en las encías. A éstas se suman otras complicaciones relacionadas con la enfermedad, como males cardíacos, derrames y problemas renales. Aunque los chequeos en casa son esenciales para prevenir y diagnosticar este tipo de males, es importante seguir los tres pasos principales para combatir las enfermedades bucales: cepillarse, usar hilo dental e ir al dentista con regularidad.
Vía: ADA