Las bacterias, los virus y los hongos (incluyendo la levadura) pueden dar lugar a infecciones si el sistema inmunológico de una persona no puede controlar los niveles de estos gérmenes en el cuerpo.

La levadura está presente en la piel y cerca de las membranas mucosas. Esta ayuda a mantener a raya a las bacterias vecinas. Sin embargo, cuando se acumula demasiada levadura, se puede desarrollar candidiasis, mejor conocida como infección por levaduras, la cual suele ocasionar molestias como dolor y picazón.

Es más probable que la levadura crezca de forma excesiva en áreas cálidas y húmedas, como la boca, el área genital, los pies y los pliegues de la piel.

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De acuerdo con un estudio del año 2018, que incluyó datos de más de 300,000 individuos, una persona con diabetes tipo 1 o tipo 2 posee un mayor riesgo de infección, incluida la candidiasis, que una persona sin dichas enfermedades.

En las personas con diabetes, los síntomas pueden empeorar más rápidamente que en otras. Asimismo, las infecciones pueden ser más difíciles de tratar. Si una infección no se cura, puede provocar complicaciones.

Una persona con diabetes mal controlada posee un mayor riesgo de infecciones por hongos más graves y frecuentes.

Al día de hoy, los investigadores todavía están tratando de identificar el vínculo entre el crecimiento excesivo de levadura y la diabetes, el cual podría involucrar factores como: un sistema inmunológico comprometido, exceso de azúcares en áreas amigables para la levadura e infecciones persistentes.

 

Fuente: Medical News Today