De acuerdo con los expertos, la diabetes tipo 2 es una enfermedad progresiva, lo que hace que sea más difícil de controlar con el tiempo. Las mejoras en la atención médica permiten que las personas con dicha afección vivan más años. No obstante, a pesar de los avances, la diabetes tipo 2 puede reducir la esperanza de vida hasta en 10 años.
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Los efectos de las prácticas de estilo de vida por sí solos sobre la diabetes tipo 2 no han sido objeto de investigaciones exhaustivas, lo que limita las estadísticas sobre los resultados de tales intervenciones. Pese a ello, un ensayo clínico del año 2018 examinó los resultados de un programa de control de peso en 306 personas con diabetes tipo 2. Después de 12 meses, los autores descubrieron que aproximadamente la mitad de las personas que participaron en el programa entraron en remisión.
Los investigadores no pueden cuantificar la mejora exacta que cada práctica de estilo de vida saludable puede aportar en este punto de la investigación. Sin embargo, las perspectivas para las personas con diabetes tipo 2 que poseen un estilo de vida saludable son mejores que las de aquellas que no lo tienen.
Fuente: Medical News Today
