Un examen del pie diabético busca detectar infecciones, lesiones y anormalidades en los huesos, toda vez que las personas con diabetes enfrentan un mayor riesgo de afecciones en los pies. 

El daño en los nervios —neuropatía— y la mala circulación son las causas más comunes de los problemas del pie diabético. 

Por una parte, la neuropatía puede causar entumecimiento, hormigueo y pérdida de sensación en los pies, evitando que la persona con diabetes se dé cuenta de heridas o lesiones. En tanto, la mala circulación puede hacer que resulte difícil combatir las infecciones y sanar las lesiones. 

Afortunadamente, los exámenes regulares del pie diabético y el cuidado en el hogar pueden prevenir los problemas graves. 

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Examen del pie diabético

El examen del pie diabético lo realiza un médico o un especialista de pies. El examen incluye:

  1. Evaluación general. El profesional de la salud hace preguntas sobre la historia clínica y cualquier problema previo con los pies.
  2. Evaluación dermatológica. El profesional de la salud busca varios problemas de la piel como sequedad, agrietamiento, callos, ampollas y úlceras.
  3. Evaluaciones neurológicas. El profesional de la salud examina la sensibilidad al tacto, los reflejos, entre otros factores.
  4. Evaluación musculoesquelética. El profesional de la salud busca anomalías en la forma y la estructura del pie.
  5. Evaluación vascular. Si existen síntomas de mala circulación, el profesional de la salud puede usar un tipo de prueba de imágenes llamada ecografía Doppler para examinar el flujo de sangre en el pie.

A decir de especialistas, las personas con diabetes necesitan un examen del pie diabético al menos una vez al año, aunque esto varía en cada caso.

Si padeces diabetes y aún no te has realizado este tipo de examen, visita a tu médico. Recuerda que es posible vivir con diabetes sin sacrificar tu salud y calidad de vida. ¡Cuídate!

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos