Una combinación de falta de sueño y diabetes aumenta significativamente el riesgo de muerte prematura de una persona, así lo reveló un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Sleep Research, el cual fue realizado por investigadores de la Universidad Northwestern en Chicago y la Universidad de Surrey en Reino Unido.
El análisis de datos de casi 500,000 adultos británicos de mediana edad mostró que, en comparación con otras personas, el riesgo de muerte por cualquier causa durante casi nueve años fue un 87% más alto entre aquellas con diabetes y trastornos frecuentes del sueño. Y fue un 12% más alto entre las personas con diabetes que no tenían problemas para dormir.
«Si no tienes diabetes, tus alteraciones del sueño todavía están asociadas con un mayor riesgo de muerte, pero es aún mayor para las personas con diabetes», señaló Kristen Knutson, profesora asociada de neurología y medicina preventiva en la Facultad de Medicina Feinberg de Northwestern y autora correspondiente del estudio.
Según la experta, preguntarte si tienes problemas para conciliar el sueño por la noche o si te despiertas en medio de la noche, puede ayudarte a abordar los trastornos del sueño en una etapa más temprana de la vida y, posiblemente, a reducir ese mayor riesgo de muerte.
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«Esta simple pregunta es bastante fácil de hacer para un médico, e incluso para ti mismo(a)», indicó Knutson.
Pero es una pregunta muy amplia con muchas respuestas posibles, por lo que es importante hablar con tu médico para que puedas profundizar más.
«¿Es solo ruido o luz o algo más grande, como insomnio o apnea del sueño?», mencionó Knutson. «Esos son los pacientes más vulnerables que necesitan apoyo, terapia e investigación sobre su enfermedad».
Ya se conocía el fuerte vínculo entre la falta de sueño y la mala salud, pero este estudio «ilustra claramente el problema», destacó Malcolm von Schantz, primer autor del estudio y profesor de cronobiología en la Universidad de Surrey.
«La pregunta, que se hace cuando los participantes se inscriben, no necesariamente distingue entre el insomnio y otros trastornos del sueño, como la apnea del sueño. De todas formas, desde un punto de vista práctico, no importa. Los médicos deben tomar los problemas del sueño tan en serio como otros factores de riesgo y trabajar con sus pacientes para reducir y mitigar su riesgo general», enfatizó Von Schantz.
Fuente: Health Day News