Los resultados de un estudio japonés, el cual dio seguimiento por cuatro años a más de 4,000 adultos, asegura que a medida que aumentan los niveles de sodio en la alimentación, también lo hace el riesgo de desarrollar hipertensión.
A pesar de que los autores no midieron el nivel de sodio directamente en la comida, sí afirman que sus hallazgos coinciden con los de otros estudios sobre el consumo de sal y el riesgo de hipertensión.
Tomonori Sugiura, investigador de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de la Ciudad de Nagoya, Japón y autor del trabajo, explicó que el organismo requiere aumentar la presión para poder eliminar el exceso de sodio. Japón y Estados Unidos son dos de los países que más consumen sodio a nivel mundial.
Las guías alimentarias norteamericanas recomiendan no consumir más de 2,300 mg/día, es decir, dos tercios de una cucharadita de sal, mientras que quienes padecen hipertensión o tengan factores de riesgo no deben ingerir más de 1,500 mg/día.
Estudios previos habían demostrado que los estadounidenses consumen alrededor de 3,600 mg de sodio por día.
El estudio publicado en el Journal of the American Heart Association (AHA), detalla que la ciencia médica todavía debate si el consumo de grandes cantidades de sal en la población con valores normales de presión, podría dar lugar a hipertensión u otras enfermedades cardiovasculares. De ser así, su consumo sería un factor de riesgo fácil de modificar para cuidar la salud pública.
El equipo examinó los resultados de los análisis de orina de 4,523 adultos japoneses de entre 22 y 85 años que no tenían presión elevada, a fin de determinar su consumo de sodio.
Los registros fueron monitoreados durante tres años o más y permitieron saber cuántos de los participantes desarrollaron hipertensión, dando un total de 1,027: 26 por ciento hombres y casi 17 por ciento mujeres.
La combinación de valores basales de sodio elevados en el organismo y el aumento del consumo anual de sal, se asociaron con un incremento en el riesgo de desarrollar hipertensión.
Los hombres registraron valores de sodio en orina más altos que las mujeres. Los participantes que tenían hipertensión tendieron más al sobrepeso y a ser adultos mayores.
«La sal es uno de los principales factores para anticipar la aparición de la hipertensión«, dijo Sugiura. «Otros factores del estilo de vida que son importantes son la obesidad y el consumo excesivo de alcohol«, añadió.
El autor enfatiza que las personas con diabetes, obesidad, cardiopatías, presión sistólica de 130 mmHg o más y presión diastólica superior a 85mmHg, son las primeras que deben prestar atención al consumo de sodio.
Además de este estudio, algunos ensayos clínicos menores demuestran que con solo reducir el consumo de sal es posible prevenir la hipertensión.
Vía: Scientific American