La dislexia es un tipo de discapacidad del aprendizaje que afecta la manera en la que los niños procesan las palabras escritas. Tales dificultades son inesperadas a la luz de las capacidades cognitivas generalmente adecuadas del niño y pueden presentarse incluso aunque el menor haya recibido una buena instrucción en lectura.

La dislexia posee una base constitucional, lo que significa que refleja principalmente cómo se desarrolló naturalmente el cerebro del niño. No es causada por factores ambientales, falta de inteligencia o métodos de enseñanza inadecuados, aunque dichos factores pueden influir en el curso del desarrollo de la alfabetización de un niño con dislexia.

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Concretamente, existen tres tipos comunes de dislexia:

  1. En la dislexia fonológica, los niños tienen dificultad para separar los sonidos de las palabras, lo que impide su capacidad de asociar letras con sonidos para decodificar y deletrear.
  2. En la dislexia de denominación rápida, los niños tienen problemas para nombrar rápidamente conjuntos simples de letras, números u objetos, lo que tiene mayor impacto en la fluidez lectora.
  3. En la dislexia por doble déficit, los niños tienen dificultades con ambas habilidades, lo que la convierte en una forma de dislexia más compleja y perjudicial.

RECUERDA: Es importante diagnosticar la dislexia durante los primeros años de escuela, ya que una intervención adecuada aplicada de forma temprana puede marcar una diferencia significativa en el desarrollo académico y personal a largo plazo de un niño.

 

Fuente: Health Day