Sentir dolor abdominal se refiere al hecho de tener una sensación de incomodidad en el área entre el pecho y la ingle, conocida como región estomacal o vientre.
La gran mayoría de las personas llegan a experimentar, al menos en alguna ocasión, dolor abdominal. Y aunque en ocasiones pueda ser bastante agudo, en la mayoría de los casos no es un problema de salud serio.
Conoce más: 3 problemas digestivos que debes tratar con un médico
De acuerdo con expertos, existen por lo menos cuatro tipos diferentes de dolor abdominal:
1. Generalizado.- Se siente en más de la mitad del abdomen. Comúnmente es provocado por algún virus estomacal, indigestión o gases.
2. Localizado.- Se presenta en una sola zona del abdomen. Este tipo de dolor suele ser un signo de que algo no va bien con un órgano, como el apéndice, la vesícula biliar o el estómago.
3. Tipo calambre. Es común que aparezca debido a gases y distensión. Con frecuencia va seguido de diarrea.
4. Tipo cólico.- Se caracteriza por venir en ‘oleadas’, es decir, viene y se va.
Diversas causas
Existen numerosas causas que pueden provocar los distintos tipos de dolor abdominal, desde problemas de indigestión y exceso de gases, hasta infecciones.
Por ello, es importante distinguir cuándo se debe buscar atención médica de inmediato. Se recomienda acudir con un profesional de la salud en los siguientes casos:
-La persona afectada está recibiendo tratamiento contra el cáncer.
-Incapacidad de evacuar las heces, especialmente si también hay vómito.
-Vómito con sangre o presencia de esta en las heces.
-Evacuaciones pegajosas de color rojo brillante, marrón o negro oscuro.
-Dolor en el tórax, el cuello o los hombros.
-Dolor abdominal fuerte y repentino.
-Dolor en o entre los omóplatos con náuseas.
-Vientre rígido, duro y sensible al tacto.
-Haber sufrido una lesión reciente en el abdomen.
-Dificultad para respirar.
-Molestia abdominal que dura 1 semana o más.
-Dolor que no mejora de 24 a 48 horas o que se está volviendo más intenso y frecuente.
-Sensación de ardor al orinar o micción frecuente.
-Fiebre por encima de 37.7ºC en adultos o 38ºC en niños.
-Pérdida de peso inexplicable.