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Después de los 50 años, los hombres suelen tener períodos de malestar en el área de la pelvis. Puede presentarse un dolor punzante dentro y alrededor de la pelvis y los genitales. También pueden tener problemas en el dormitorio y el baño. Si bien los problemas son reales, la causa suele ser difícil de identificar, así lo indica la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard (Estados Unidos).

En conjunto, todo lo anterior se conoce como síndrome de dolor pélvico crónico (CPPS, por sus siglas en inglés), también conocido como prostatitis crónica, y es una de las afecciones más desconcertantes y difíciles de controlar para los hombres mayores.

«A menudo se considera una ‘enfermedad huérfana’, ya que no tiene una causa conocida ni tratamientos probados», señala el doctor Michael O’Leary, urólogo y profesor de cirugía en el Hospital Brigham and Women’s, afiliado a Harvard. «Esto hace que sea difícil de diagnosticar y frustrante para los hombres que buscan alivio».

¿Cómo impacta el CPPS la calidad de vida?

El CPPS se caracteriza por síntomas de dolor pélvico que duran al menos tres meses dentro de un período de seis meses sin infecciones documentadas.

Aunque no pone en peligro la vida, el CPPS tiene un impacto profundo en la calidad de vida. Además del dolor, que suele ser debilitante, el síndrome ha sido asociado con disfunción eréctil y eyaculaciones dolorosas. Muchos hombres con el trastorno se quejan de micción frecuente y urgente, así como de una sensación de ardor al orinar. A su vez, el CPPS puede provocar ansiedad y depresión.

La condición suele ser difícil de diagnosticar. Los problemas pueden aparecer y desaparecer. Por ejemplo, la incomodidad puede cesar repentinamente, y regresar semanas o incluso meses después. Cuando los síntomas reaparecen, pueden ser más o menos graves que antes, o pueden aparecer otros nuevos. Además, los síntomas pueden ser similares a los de una infección de próstata o a los de un agrandamiento de próstata.

«Durante años, los hombres acudían al consultorio de su médico y se quejaban de sus problemas, yéndose con una receta de antibióticos, y eso era todo», indicó O’Leary. «Pero rara vez solucionó el problema».

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¿Cómo encontrar alivio?

Tanto a un hombre como a su médico puede llevarles tiempo, y paciencia, concluir que el CPPS es responsable de los síntomas.

El síndrome de dolor pélvico crónico es, principalmente, un diagnóstico de exclusión. Esto significa que se diagnostica cuando los síntomas son sugerentes y no se puede identificar ninguna otra explicación.

Tu médico realizará un examen físico, incluido un examen rectal, y generalmente ordenará análisis de orina y sangre para buscar signos de infección y verificar la función renal. Es posible que te realicen pruebas adicionales, como una tomografía computarizada, una resonancia magnética o una cistoscopia (un procedimiento para observar el interior de la vejiga). Tu médico también puede buscar:

  • Síntomas urinarios
  • Síntomas psicosociales
  • Síntomas de órganos específicos (por ejemplo, los que afectan solo a la próstata)
  • Síntomas relacionados con una infección
  • Síntomas neurológicos
  • Sensibilidad en los músculos y el suelo pélvico

Si tu evaluación no muestra otros problemas, el CPPS es el diagnóstico más probable.

Finalmente, si tienes más dudas sobre este síndrome y sospechas tenerlo, consulta a tu médico.

 

Vía: Harvard Medical School