Es común que, cuando pensamos en la contaminación del aire, lo hagamos como si solo estuviera al aire libre, pero el aire de tu casa u oficina también podría estar contaminado, así lo advierte la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Por ello, a continuación te mencionamos las principales fuentes de contaminación en interiores:
- Moho y polen.
- Humo de tabaco.
- Productos domésticos y pesticidas.
- Gases como radón y monóxido de carbono.
- Materiales utilizados en edificios como amianto, formaldehído y plomo.
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Consideraciones importantes
En ocasiones, ciertas personas desarrollan síntomas que parecen estar relacionados con el tiempo que pasan dentro de un edificio determinado. Puede haber una causa específica, como la enfermedad del legionario (tipo de neumonía provocada por la bacteria legionella), pero a veces, no se puede encontrar la causa de la afección. Esto se conoce como síndrome del edificio enfermo.
Por lo general, los problemas de calidad del aire en interiores solo causan molestias. La mayoría de las personas se sienten mejor tan pronto como eliminan la fuente de contaminación. Sin embargo, algunos contaminantes pueden causar enfermedades que aparecen mucho más tarde, como afecciones respiratorias o cáncer.
Por lo anterior, es importante asegurarse de que tu casa o edificio estén bien ventilados y te deshagas de las fuentes contaminantes, a fin de que mejores la calidad del aire interior.