El monóxido de carbono (CO) ingresa fácilmente al cuerpo a través de los pulmones. Conforme el CO se transfiere al torrente sanguíneo, se unirá preferentemente a la hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos responsable de transportar oxígeno por todo el cuerpo. Al hacerlo, el CO impide que el oxígeno llegue a los tejidos y células que lo requieren para sobrevivir.

Recordemos que el monóxido de carbono es un subproducto natural de la combustión. La mayoría de los casos de intoxicación se deben a la inhalación del gas, que se acumula rápidamente en un espacio cerrado (normalmente debido a una ventilación defectuosa).

Conoce más: Intoxicación por monóxido de carbono, ¿cómo la diagnostican los médicos?

Las fuentes comunes de CO incluye las siguientes:

  1. Estufas de leña
  2. Incendios domésticos
  3. Humos de escape de vehículos
  4. Estufas y parrillas de gas o propano
  5. Parrillas de carbón y hibachis (dispositivos de calefacción tradicionales japoneses)
  6. Calentadores de propano, queroseno o gas sin ventilación
  7. Generadores eléctricos a gas
  8. Secadoras de ropa a gas

RECUERDA: Viajar en la parte trasera de una camioneta es una causa común de intoxicación por monóxido de carbono en los niños. De manera similar, dejar el automóvil detenido y con la marcha encendida durante invierno puede envenenar a los pasajeros si el tubo de escape está bloqueado con nieve. De hecho, cualquier perforación en el colector de escape de un coche o barco puede permitir que el CO inunde el interior.

 

Fuente: Very Well Health