Una enfermedad es considerada endémica si se encuentra presente de manera constante pero limitada a una región determinada. Esto difiere de una epidemia, en la que existe un aumento repentino del número de casos de una enfermedad, o de una pandemia, en la que una enfermedad se ha extendido por varios países o continentes.

Ejemplos de enfermedades endémicas incluyen la malaria, una enfermedad infecciosa que se observa constantemente en América Central y del Sur, África, Asia y Europa del Este. En Estados Unidos, el VIH y la hepatitis C se consideran endémicos debido a su prevalencia (es decir, la proporción de la población afectada durante un período determinado).

Los epidemiólogos son científicos que investigan los patrones y causas de las enfermedades. Su objetivo es definir los parámetros para que los expertos en salud pública puedan desarrollar los medios más eficaces para controlar la enfermedad. Una de las formas en la que lo hacen es darle seguimiento a la prevalencia de una enfermedad dentro de una región.

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La prevalencia se mide dividiendo el número de casos de una enfermedad en una población por el número total de personas de esa población durante un período específico.

A modo de ejemplo, si se reportan 1,000 casos de una enfermedad en una población de 100,000 personas entre 2023 y 2024, se dice que la prevalencia anual es del 0.01, o del 1%.

Por definición, se dice que una enfermedad es endémica si la prevalencia permanece estable dentro de una región y persiste con tasas de infección y propagación bastante predecibles.

RECUERDA: Las enfermedades endémicas no tienen por qué estar presentes en niveles elevados. También pueden ser relativamente raras. Su característica definitoria es que la enfermedad siempre se encuentra en una región o población, independientemente de si hay pocos casos o muchos.

 

Fuente: Very Well Health