Las infecciones causadas por la bacteria Rickettsia, transmitida principalmente por garrapatas, pulgas y ácaros, pueden afectar a cualquier persona. Sin embargo, ciertos grupos de personas son más vulnerables a contraer estas enfermedades y sufrir complicaciones más graves.

  1. Personas que trabajan al aire libre. Aquellos que pasan mucho tiempo en áreas donde habitan garrapatas, como agricultores, trabajadores forestales, jardineros y pastores, tienen un riesgo elevado de estar expuestos a la bacteria.
  2. Excursionistas y campistas. Las personas que disfrutan de actividades al aire libre como senderismo, camping o acampadas, especialmente en zonas boscosas o rurales, están más expuestas a la picadura de garrapatas y otros insectos portadores de Rickettsia.
  3. Niños. Los niños, debido a su curiosidad natural y su tendencia a jugar en espacios verdes, pueden ser más susceptibles a picaduras de insectos, lo que aumenta el riesgo de infecciones por Rickettsia.
  4. Adultos mayores y personas con sistemas inmunitarios debilitados. Las personas mayores de 60 años, así como aquellos que tienen sistemas inmunitarios comprometidos debido a enfermedades crónicas o tratamientos médicos, corren un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves si contraen una infección por Rickettsia.
  5. Dueños de mascotas. Los perros y gatos pueden ser portadores de garrapatas infectadas, lo que aumenta el riesgo de infección para sus dueños. Las personas que cuidan o conviven con animales que pasan tiempo al aire libre deben ser especialmente cuidadosas.

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Prevención en grupos vulnerables

Para minimizar el riesgo de infecciones por Rickettsia, es importante tomar medidas preventivas, como:

  • Usar ropa protectora.
  • Aplicar repelentes de insectos.
  • Revisar el cuerpo después de haber estado al aire libre.

Estos pasos son cruciales para proteger a los grupos más vulnerables y evitar complicaciones severas. Si tienes dudas, consulta a un profesional de la salud.

 

Fuente: Secretaría de Salud