Las fajas son una prenda común cuando se busca perder peso. Si bien aumentan la cantidad de sudor que emite el cuerpo, no funcionan realmente para reducir medidas; por el contrario, podrían tener efectos nocivos para la salud, según la especialista Fabiola Josefina López Pantoja.
“[Muchas personas utilizan] trozos de plástico bajo la ropa, con mayor frecuencia a la altura del abdomen, creyendo que así se quemarán más calorías o que habrá una desintoxicación que agilice la pérdida de peso, pero es sólo un mito”, dijo.
De acuerdo con la profesora de educación física adscrita al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Jalisco, la sudoración no elimina grasa, simplemente es una reacción que tiene el cuerpo para regular la temperatura.
Aunque es posible detectar una reducción de medidas luego de utilizar alguna de estas prendas, en realidad sólo se perdió agua, no grasa, de manera que esos centímetros se recuperarán con el paso de los días.
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Otros efectos secundarios
- Reflujo ácido. Llevar ropa apretada alrededor de la cintura puede aumentar el reflujo gástrico y la acidez estomacal.
- Abotargamiento y flatulencia. La constricción de la ropa puede empeorar la incomodidad causada por síndrome del colon irritable, intolerancia alimentaria u otro problema gastrointestinal.
- Dolor o entumecimiento en el muslo. La presión ejercida sobre los nervios de los muslos puede causar meralgia parestésica, afección que provoca hormigueo, entumecimiento y dolor ardiente.
- Venas varicosas. Suelen aparecer al usar o no ropa apretada. Sin embargo, las medias u otras prendas sumamente justas empeoran los síntomas.
- Sarpullido o infección. Las telas sintéticas ajustadas atrapan la humedad, causando irritación o infecciones por levaduras y bacterias.
Cuando las fajas son de la talla correcta —y se usan durante un período limitado—, el riesgo es bajo. Si decides utilizar una, prueba varias alternativas y elige la que te haga sentir cómodo.
Vía: Notimex/ Mayo Clinic