Aunque toda actividad física beneficia al organismo, el ejercicio aeróbico eleva la respiración y hace que el corazón trabaje más fuerte para bombear sangre. Ante ello, cuando se trata de cuidar la salud de este órgano vital, se recomienda realizar actividades que aumenten el ritmo cardíaco, como caminar, trotar, correr, bailar, nadar y pasear en bicicleta.
Si bien es importante ejercitarse para mantener en buen estado el corazón; las personas sedentarias deben comenzar poco a poco, es decir, con 30 minutos, de cuatro a seis veces por semana es suficiente —en un principio—, esto con el fin de evitar lesiones.
¿Quieres aumentar tu nivel de actividad física? Comienza hoy, no necesitas mucho tiempo. ¡Presta atención!
- Utiliza las escaleras en lugar del elevador.
- Camina durante tu almuerzo.
- Camina hacia el trabajo o busca la forma de activarte en tu horario laboral.
- Realiza las tareas del hogar a un ritmo apresurado.
- Limpia tu jardín con frecuencia.
Recuerda que además de fortalecer el corazón, el ejercicio ayuda a bajar la presión arterial, reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, y nivelar los niveles de colesterol malo —o DLD—, el cual obstruye las arterias.
Es importante combinarlo con una dieta saludable, con la finalidad de mantener un buen peso, quemar calorías de forma saludable y desarrollar músculos sin grasa. De acuerdo con especialistas de Family Doctor, una dieta saludable puede reducir el riesgo de enfermedad cardíaca y apoplejía. Sigue estos consejos.
- Elige grasas saludables.
- Opta por el pan integral, en vez del blanco.
- Come muchas frutas y verduras.
- Evita freír los alimentos.
- Recurre a productos bajos en grasas.
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Visita a un especialista para conocer si padeces alguna deficiencia nutricional. En caso de ser así, solicita una dieta acorde a tus necesidades.
Vía: FamilyDoctor.org