Hacer ejercicio, incluso un poco, es el secreto para la longevidad, es decir, para alargar más tu vida; así lo señala un nuevo estudio realizado por investigadores noruegos y publicado en la revista BMJ.

Los expertos también hallaron que sentarse demasiado se asociaba con un mayor riesgo de muerte prematura.

«Desarrollar formas de limitar el tiempo sedentario y aumentar la actividad en cualquier nivel podría mejorar considerablemente la salud y reducir la mortalidad», destacaron los autores del estudio.

Más ejercicio igual a menos riesgo de muerte

En el trabajo, el equipo analizó datos de ocho estudios que incluyeron a más de 36,000 adultos de 40 años o más, a quienes les dieron seguimiento durante un promedio de casi seis años.

Durante ese tiempo, casi el 6% de los participantes fallecieron. Después de ajustar otros factores, los investigadores concluyeron que cualquier cantidad de actividad física, independientemente de la intensidad, se asociaba con un riesgo significativamente menor de muerte prematura.

Los resultados revelaron que las tasas de mortalidad disminuyeron bruscamente a medida que la actividad total aumentó a una cantidad similar a los niveles de actividad promedio en los hombres estadounidenses, y fueron alrededor de un 10% a 15% más bajas respecto a los niveles de actividad en hombres y mujeres escandinavos.

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Una disminución similar en las tasas de mortalidad se asoció con aumentos en la actividad física ligera de hasta aproximadamente 300 minutos (5 horas) al día, y con la actividad física de intensidad moderada de aproximadamente 24 minutos por día.

La mayor diferencia en el riesgo de muerte temprana (alrededor del 60% al 70%) fue entre los menos activos y los más activos, con aproximadamente cinco veces más muertes entre las personas inactivas que entre las más activas, mostró el estudio.

Los autores también descubrieron que pasar 9.5 horas o más cada día sentado se asoció con un aumento estadísticamente significativo del riesgo de muerte prematura.

¿Qué tipo de ejercicio debo practicar?

Los resultados se suman a la evidencia de que cualquier cantidad de actividad física, ya sea ligera, moderada o de alta intensidad, es beneficiosa y probablemente alcanzable para muchas personas, aseguró Ulf Ekelund, profesor de la Escuela Noruega de Ciencias del Deporte en Oslo, junto con sus colegas.

Ejemplos de actividad de intensidad ligera incluyen caminar lentamente o realizar tareas domésticas, como cocinar o lavar platos. La actividad moderada incluye caminar rápido, pasar la aspiradora o cortar el pasto, mientras que la actividad vigorosa incluye trotar, cargar objetos pesados o cavar.

Las pautas recomiendan al menos 150 minutos de intensidad moderada o 75 minutos de actividad física vigorosa cada semana, pero la cantidad e intensidad de la actividad necesaria para proteger la salud todavía no queda clara.

Los hallazgos aportan información importante para las recomendaciones de salud pública y enfatizan que el mensaje simplemente sería «siéntate menos y muévete más y con más frecuencia».

 

Vía: Health Day News