Practicar deporte es positivo para la mayor parte de las personas y, en el caso de los adolescentes, esta actividad es aún mejor. El ejercicio contribuye al desarrollo del organismo, así como también para evitar conductas perjudiciales como el consumo de alcohol, tabaco o drogas.
Además de estas ventajas físicas, la práctica del deporte tiene más beneficios en los jóvenes en su proceso de maduración, según han explicado los especialistas.
Estudio para comprobar esta relación
El Hospital 12 de Octubre de España se llevará a cabo una investigación para comprobar que el deporte es un buen aliado en la prevención del consumo de drogas. El estudio se enfocará especialmente en los hijos de alcohólicos, ya que se estima que el 25% de estos adolescentes tienen mayor propensión a ingerir drogas, tener problemas de ansiedad o sufrir trastornos depresivos.
Para conseguir determinar este vínculo, se estudiará por cinco años la situación integral de los pacientes en riesgo mediante distintas etapas. En la primera de éstas, los médicos tratarán de reafirmar o no que el adolescente está en un estado de riesgo, luego de evaluarlo a través de una entrevista individual. El objetivo es reunir información sobre sus hábitos deportivos, reacciones emocionales y personalidad.
Por su parte, en la segunda fase se planificará un programa deportivo para el joven. La intención de esta etapa es diseñar un programa que lo motive, según la conducta que haya exhibido en la primera parte del estudio y de las condiciones físicas que tengan los adolescentes. La meta es que, si es sedentario, se le sugiera realizar un ejercicio más intenso, como por ejemplo correr.
En cuanto a los que muestran actitudes compulsivas, se les aconsejará hacer una actividad física más apacible, como caminar.
A través del monitoreo de manera individual, en la Unidad de Conductas Adictivas y Patología Dual del mencionado hospital ibérico, se podrán estudiar los efectos que generan una actividad física constante en el ámbito de las emociones y la forma cómo las controla. El objetivo es evaluar si los dilemas sociales y emocionales pueden solucionarse sin tener que consumir drogas, acción que a veces se deriva desde la ingesta de alcohol.
