Los desafíos de cuidar a un bebé pequeño se intensifican si está muy irritable o llora mucho. Las relaciones pueden volverse tensas entre los padres y el bebé; entre los mismos padres; y entre los padres y otros miembros de la familia, especialmente cuando se trata de otros cuidadores.

Los hermanos y hermanas mayores pueden sentirse resentidos, ignorados, impotentes e incluso culpables debido a la vaga sensación de que ellos son los causantes del comportamiento del bebé.

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También es normal sentirse decepcionada(o) y enojada(o) con el bebé. Por ello, cuidarte bien es crucial para minimizar los posibles impactos negativos que el llanto y la irritabilidad puedan tener sobre ti y otros miembros de la familia. Aquí unos consejos para lograrlo:

  1. Mantén tu perspectiva. El primer paso en el cuidado personal es recuperar la sensación de control. Acepta que es normal sentirte frustrada(o).
  2. Evita actuar impulsivamente. Toma precauciones para que tu frustración no haga que pierdas el control con tu bebé. Si crees necesitar ayuda, llama a un amigo o vecino para que acuda a tu casa, o a tu número de emergencias local si no hay nadie disponible.
  3. Anticípate a los tiempos difíciles. Si tu bebé tiene cólicos, es probable que desarrolle un patrón de llanto. Por lo general, los bebés lloran más al final de la tarde o al comienzo de la noche, aunque el momento puede variar. Programa a un pariente, amigo o vecino para que venga varias veces a la semana cuando esperes que comience un episodio de llanto. Tener apoyo y compartir las responsabilidades de cuidado puede ayudarte a mantener la calma y a manejar tus sentimientos de manera más efectiva. Los bebés se dan cuenta de tus frustraciones, lo que puede hacer que lloren más.
  4. Cuida tus relaciones familiares. Habla abiertamente con tu pareja y con otros cuidadores sobre tus sentimientos y preocupaciones, o platica con un amigo o con tu médico. Asimismo, pasa tiempo individual con tus otros hijos. Este puede ser breve, como un viaje a la tienda o un paseo por la cuadra. Habla con ellos sobre sus sentimientos y cómo están lidiando con los momentos de incomodidad del bebé. Considera ideas sobre lo que pueden hacer cuando el bebé esté molesto, como jugar en el patio trasero o visitar la casa de un vecino.
  5. Dedica tiempo a ti misma(o). Haz algo que disfrutes, aunque sea por poco tiempo. Esto incluye salir a cenar, visitar a un amigo, recibir un masaje, leer, hacer jardinería o realizar ejercicio.

 

Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan Health