La división de responsabilidades es una forma de alimentar a tu bebé que elimina la batalla de las horas de comida.

Desde el nacimiento hasta que tu hijo(a) tenga entre 6 meses y 1 año, eres la persona responsable de lo que come tu pequeño(a), y tu bebé es responsable de cuánto y con qué frecuencia come. (Los bebés son alimentados a pedido).

A medida que tu hijo(a) comience a comer alimentos sólidos, te volverás responsable de qué, cuándo y dónde come, y tu bebé es responsable de cuánto come e incluso si come.

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Los bebés nacen con un indicador de hambre interno que les dice cuándo tienen hambre y cuándo se sienten llenos. Cuando tratamos de controlar cuánto comen los niños, interferimos con esta habilidad natural. El uso de la división de responsabilidades ayuda a tu hijo(a) a mantenerse en contacto con esas señales internas.

La responsabilidad cambia a medida que tu bebé crece. Para cuando tu hijo(a) tenga aproximadamente 1 año de edad, te volverás responsable de cuándo come al proporcionarle comidas y refrigerios de rutina. También decidirás dónde come tu bebé, que idealmente debe ser en casa, en una mesa para tantas comidas familiares como sea posible. Hacer esto sienta las bases para las decisiones que tu bebé tomará cuando tenga más libertad para decidir qué, dónde y cuándo comer.

Asimismo, te ayuda a ser un buen modelo a seguir. Tus propias opciones de alimentación y estilo de vida son una poderosa herramienta de enseñanza. Tu bebé verá las decisiones que tomas y seguirá tu ejemplo.

 

Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan Health