Las contracciones de Braxton-Hicks son contracciones reales, pero no se consideran contracciones de parto. Lo más probable es que las experimentes durante el tercer trimestre, pero pueden comenzar mucho antes. Eso sí, ten la seguridad de que son una parte normal de tu embarazo. Algunas mujeres tienen muchas más contracciones de Braxton-Hicks que otras. Los posibles desencadenantes incluyen el ejercicio o la deshidratación.
Recuerda que una contracción es cuando los músculos del útero se tensan y después se relajan nuevamente. Las contracciones de Braxton-Hicks pueden sentirse de la siguiente forma:
- Hay una sensación de opresión o endurecimiento en la parte frontal del abdomen (el dolor debido a las contracciones del parto generalmente comienza en la parte posterior y avanza hacia el frente).
- Pueden sentirse como cólicos menstruales de leves a fuertes.
- Tu vientre puede lucir un poco puntiagudo, como si tu bebé estuviera empujando hacia afuera.
- Es posible que tengas problemas para agacharte o moverte.
- La sensación dura entre 30 segundos y 2 minutos.
Al principio, es posible que no puedas distinguir entre las contracciones de Braxton-Hicks y las contracciones del parto. Pero a diferencia de estas últimas, las de Braxton-Hicks son irregulares en duración e intervalo. Quizás experimentes una fuerte seguida de una débil. Y aunque pueden ser dolorosas, no se vuelven progresivamente más fuertes ni más cercanas entre una y otra como las contracciones del parto.
Fuente: Very Well Health