Si estás embarazada, quizás esperabas tener tobillos hinchados, náuseas matutinas y senos con dolor. Pero, si experimentas indigestión ardiente, ¿de dónde vino?
Como su nombre lo indica, la acidez estomacal (también llamada reflujo gastroesofágico e indigestión ácida) se siente como una agitación feroz que comienza detrás del esternón y sube por el esófago, un tubo que conecta la garganta con el estómago. Estos ácidos pueden incluso llegar hasta la garganta.
Además de sentir una sensación de ardor, que puede durar de varios minutos a varias horas, también puedes:
- Sentirte hinchada
- Eructar mucho
- Tener un sabor amargo en la boca
- Tener dolor de garganta
- Toser con frecuencia
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Aunque el burrito que comiste en la cena probablemente no ayudó en nada (los alimentos picantes pueden empeorar la acidez estomacal), la sensación de ardor que experimentes tiene más que ver con las hormonas que con los jalapeños.
Si sientes que tienes un fuego de tres alarmas bailando en tu pecho, no estás sola. De acuerdo con un estudio, hasta el 45 por ciento de las futuras mamás experimentan acidez estomacal. Y si ya sufrías dicha acidez antes del embarazo, es todavía más probable que la experimentes durante la gestación.
La acidez estomacal puede aparecer, por así decirlo, en cualquier momento del embarazo, pero es más común durante el segundo y tercer trimestre. Los expertos no están exactamente seguros de qué ocasiona esta aparición lenta, pero sospechan que es un problema triple: hormonas, el bebé en crecimiento y una digestión lenta.
Si deseas saber más la acidez estomacal durante el embarazo y sus posibles causas, consulta a tu médico.
Fuente: Healthline