Los recién nacidos tienden a dormir a trompicones durante 16 a 20 horas durante un período de 24 horas, por lo que es prácticamente imposible que mamá o papá descansen más de un par de horas a la vez. Según el doctor William C. Dement, médico y especialista en sueño, los padres de recién nacidos suelen perder alrededor de dos horas de sueño por noche hasta que el bebé tiene 5 meses. Desde entonces hasta que su hijo(a) cumple 2 años, los padres suelen perder una hora de sueño cada noche.
Las madres lactantes generalmente son las más afectadas por la pérdida de sueño. Muchos recién nacidos amamantan cada una o dos horas, lo que hace que sus madres luchen por mantenerse alerta durante el día. Una madre lactante privada de sueño puede describir su experiencia como «sonambulismo», tratando de pasar de una toma a la siguiente.
Conoce más: ¿Cuánto deben comer los bebés recién nacidos?
Aunque amamantar puede significar semanas o meses de sueño interrumpido, las recompensas emocionales pueden hacer que valga la pena. Una vez que las y los pequeños comienzan a dormir toda la noche, las madres pueden echar de menos esas comidas nocturnas con ojos llorosos, pues es un tiempo de tranquilidad que atesoraron juntos.
Las mamás y papás que alimentan con biberón también deben aprender a lidiar con las frecuentes interrupciones del sueño. Tienen que despertarse e ir a la cocina a buscar suministros, por lo que puede ser incluso peor al principio. Sin embargo, un beneficio de la alimentación con biberón es que alguien que no sea la madre puede ayudar a alimentar al bebé y a compartir la carga de la pérdida de sueño.
Incluso si la fuente principal de alimentación de tu bebé es la lactancia, puedes decidir usar biberones llenos de fórmula o leche materna extraída por la noche para descansar unas horas.
Fuente: Health Day
