infartoSi buscas una razón para mantener la calma y evitar alterarte ante un problema, ésta es cuidar tu corazón y evitar sufrir un infarto.

De acuerdo con un estudio de la Asociación Americana del Corazón, las personas emocionalmente alteradas presentan más del doble del riesgo de padecer síntomas de ataque cardíaco, tan sólo en la primera hora de enojo.

Lo mismo ocurre con el esfuerzo físico pesado, el cual conduce al riesgo de paro cardíaco por el lapso de hasta una hora después de realizado. Según la investigación, el riesgo puede ser hasta tres veces mayor para aquellos que enojados, o emocionalmente alterados, realizan esfuerzo físico pesado.

Conoce más: 10 factores de riesgo que llevan a un infarto cerebral

Estos factores desencadenantes de ataque cardíaco —enojo y esfuerzo físico—aumentan el peligro independientemente de otros factores de riesgo, como la edad, el tabaquismo, la obesidad, la hipertensión arterial y otros problemas de salud.

«Ambos disparadores —emocionales y físicos extremos— pueden aumentar la presión arterial y la frecuencia cardíaca, cambiando el flujo de sangre a través de los vasos sanguíneos, y reducir el suministro de sangre al corazón» señaló Andrew Smyth, autor principal del estudio e investigador de la Universidad de McMaster, en Canadá.

En este contexto, los vasos sanguíneos ya estrechados por la placa podrían bloquear el flujo de sangre y conducir a un ataque cardíaco.

«La actividad física regular tiene muchos beneficios para la salud, incluyendo la prevención de enfermedades del corazón, por lo que sugerimos que se continúe realizando. Sin embargo, recomendamos que si una persona está enojada o molesta, y quiere hacer ejercicio para despejar la mente, no vaya más allá de su rutina normal», aseveró Smyth.

 

Vía: Hola Doctor