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La epilepsia es un trastorno neurológico caracterizado por crisis recurrentes debido a una actividad eléctrica anormal en el cerebro. Además de los síntomas físicos, puede tener un impacto significativo en la salud mental, afectando la calidad de vida, la autoestima y el bienestar emocional de quienes la padecen.

¿Cómo afecta la epilepsia a la salud mental?

1. Ansiedad y depresión. La incertidumbre sobre cuándo ocurrirá una crisis, el miedo al juicio social y las limitaciones en ciertas actividades pueden generar ansiedad y depresión en muchas personas con epilepsia.

2. Aislamiento social. Algunas personas evitan salir o participar en eventos sociales por temor a sufrir una crisis en público, lo que puede llevar a la soledad y dificultades en las relaciones interpersonales.

3. Deterioro cognitivo. Dependiendo del tipo y frecuencia de las crisis, algunas personas pueden experimentar problemas de memoria, atención y concentración, lo que afecta su desempeño académico o laboral.

4. Impacto en la autoestima. El diagnóstico de epilepsia puede generar sentimientos de frustración, inseguridad y baja autoestima, especialmente en personas que sienten que su independencia se ve limitada.

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Estrategias para afrontar la epilepsia y su impacto emocional

  • Acceso a apoyo psicológico. La terapia cognitivo-conductual puede ser útil para manejar la ansiedad, mejorar la autoestima y desarrollar estrategias para afrontar el miedo a las crisis.
  • Educación y concienciación. Aprender sobre la epilepsia y cómo manejarla ayuda a reducir la incertidumbre y el estrés. También es clave informar a familiares y amigos para fomentar un entorno de apoyo.
  • Redes de apoyo. Unirse a grupos de apoyo para personas con epilepsia puede ayudar a compartir experiencias y recibir orientación emocional.
  • Hábitos saludables. Mantener una alimentación equilibrada, dormir bien y evitar factores desencadenantes como el estrés y la falta de descanso puede ayudar a reducir la frecuencia de las crisis.
  • Acompañamiento médico. Seguir el tratamiento indicado por un neurólogo es esencial para controlar la enfermedad y reducir el impacto en la vida diaria.

La epilepsia no sólo afecta la salud física, sino también el bienestar emocional y social. Buscar apoyo, mantenerse informado y adoptar estrategias de afrontamiento adecuadas puede mejorar la calidad de vida y reducir el impacto en la salud mental.

 

Fuente: Epilepsy Foundation