Un esfínter artificial es un dispositivo hecho de caucho de silicona que se usa para tratar la incontinencia urinaria, así lo indica Michigan Medicine, en Estados Unidos.
Los esfínteres artificiales tienen un manguito inflable que se ajusta alrededor de la uretra cerca del punto donde se une a la vejiga. Un globo regula la presión del manguito y una perilla controla el inflado y desinflado del manguito. El globo se coloca quirúrgicamente dentro del área pélvica y la bomba de control se coloca en el escroto.
El manguito se infla para evitar que la orina gotee. Cuando se desea orinar, el manguito se desinfla, permitiendo que la orina drene o salga.
Qué esperar después de la cirugía
Debido a que estos procedimientos requieren de una cirugía abdominal, es necesaria la hospitalización.
Lo más probable es que puedas salir del hospital al día siguiente de la cirugía.
Por qué se realiza
La instalación de un esfínter artificial suele realizarse para:
- Incontinencia urinaria causada por la extirpación de la próstata.
- Fuga severa y continua de orina de la uretra.
- Incontinencia urinaria grave para la que han fallado otros métodos de tratamiento.
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¿Qué tan bien funciona?
La colocación de esfínteres artificiales es un tratamiento exitoso para hasta el 90% de los hombres que tienen incontinencia después de la extirpación de la próstata. Y la mayoría de los hombres están contentos con el esfínter artificial.
Riesgos
Las complicaciones de este tipo de cirugía incluyen:
- Una infección en el esfínter artificial.
- Desgaste (erosión) de la piel de la uretra.
- Fallo en el funcionamiento del esfínter artificial.
Los hombres con estos problemas generalmente deben someterse a otra cirugía (revisión). Esto sucede en aproximadamente 23 de cada 100 hombres que se someten al procedimiento.
Consideraciones importantes
Debido a que pueden ocurrir complicaciones, este es un método de tratamiento que a menudo se reserva para personas que no han tenido éxito con otras opciones de tratamiento. Algunas personas pueden preferir controlar sus síntomas con productos para la incontinencia (como toallas absorbentes, pinzas para la incontinencia o manguitos de presión) y cambiando ciertos hábitos en lugar de someterse a la cirugía.