Un nuevo estudio sugiere que las personas que tienden a fumar menos o tratan de dejar el tabaco beben menos alcohol, en comparación con aquellas que fuman más y no piensan dejar el hábito.
Los investigadores analizaron datos de una encuesta de casi 6,300 fumadores en Inglaterra, incluyendo 144 que dijeron haber tratado de dejar el cigarro una semana antes de que fueran encuestados.
Quienes intentaron dejar de fumar bebían menos alcohol y eran menos propensos a beber en exceso, en contraste con las personas que no trataron de dejar de fumar.
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«Estos resultados van en contra de la opinión generalizada de que las personas que dejan de fumar tienden a beber más para compensar. Es posible que ellas estén prestando atención a consejos para tratar de evitar el alcohol, debido a su vinculación con la recaída», señaló el autor principal del estudio Jamie Brown, de la University College de Londres.
Las razones de los resultados no son claras. Las personas que fuman pueden reducir su consumo de alcohol cuando tratan de dejar de fumar para reducir su riesgo de recaída, o las personas que beben menos pueden ser más propensas a dejar de fumar, sugirieron los investigadores.
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Si esto último es cierto, los fumadores que beben en exceso tal vez requieran ayuda adicional para dejar de fumar, apuntó Brown.
Los hallazgos fueron publicados recientemente en la revista BMC Public Health.
«Aún no podemos determinar la dirección de la causalidad. Se necesita más investigación para esclarecer si los intentos para dejar de fumar preceden a los intentos de restringir el consumo de alcohol o viceversa. Nosotros también tendríamos que descartar otros factores que hacen que ambas conductas sean más probables», concluyó Brown.
Vía: HealthDay News