Millones de personas alrededor del mundo sufren el dolor y la discapacidad de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), un tipo de afección autoinmune que incluye a la colitis ulcerosa y a la enfermedad de Crohn.
No obstante, es posible evitar que te vuelvas una(o) más de ese grupo de gente siguiendo unos sencillos pasos para tener un intestino sano:
1. Come bien
El plan dietético óptimo para tu sistema gastrointestinal es uno que elogian las y los nutriólogos debido a sus beneficios para la salud del corazón y para controlar el peso: la dieta mediterránea. La fibra dietética es crucial: trata de consumir de 30 a 40 gramos al día. La dieta mediterránea contiene muchos alimentos saludables para el intestino, como verduras, frutas, cereales integrales, frijoles, nueces y semillas, además de aceite de oliva.
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2. Mantente activo(a)
El ejercicio no es sólo para tener corazones, músculos y pulmones sanos; también puede mantener en forma tu sistema inmunológico y tu tracto digestivo. Los expertos recomiendan incorporar el ejercicio a tu día a día, probando la forma de actividad que más te convenga.
3. Mantén la salud mental
El cerebro influye en el intestino y viceversa, y el estrés puede generar un gran impacto en el intestino. Algunos estudios han revelado que los riesgos de síndrome del intestino irritable, dispepsia funcional, disfunción del piso pélvico, estreñimiento y otros problemas gastrointestinales son más probables en personas que han enfrentado traumas durante la niñez o más adelante en la vida.
4. Mantente hidratado(a)
El agua sostiene y lubrica el tracto digestivo. Por ello, los médicos recomiendan beber al menos 8 tazas (2 litros) al día para una salud intestinal óptima. El agua es crucial para «mantener la regularidad» del intestino y es especialmente importante en estaciones o climas cálidos.
Fuente: Health Day