Cuando comes, tu cuerpo descompone los alimentos de manera que puedas usarlos para construir y nutrir las células, lo que a su vez te aporta energía. Este proceso se llama digestión.

Tu sistema digestivo está compuesto de una serie de órganos huecos unidos en un tubo largo y retorcido. Este va desde la boca hasta el ano e incluye el esófago, el estómago y los intestinos delgado y grueso. Tu hígado, vesícula biliar y páncreas también están involucrados, y su función es producir jugos para ayudar a la digestión.

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Existen muchos tipos de trastornos digestivos. Los síntomas pueden variar ampliamente según el problema. En general, debes consultar a tu médico si experimentas lo siguiente:

  1. Sangre en tus heces
  2. Cambios en los hábitos intestinales
  3. Dolor abdominal severo
  4. Pérdida de peso involuntaria
  5. Acidez estomacal que no se alivia con antiácidos

RECUERDA: Los problemas digestivos más comunes son a corto plazo y fáciles de controlar con cambios en el estilo de vida y, en ocasiones, con medicamentos. Si los síntomas no mejoran o empeoran, habla con tu profesional de la salud. En ciertos casos, tales problemas pueden ser indicador de condiciones médicas más serias.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine