De acuerdo con la Academia Estadounidense de Médicos De Familia, el esófago de Barrett es una condición que afecta al esófago, el tubo que va desde la garganta hasta el estómago. Cuando tragas comida, esta baja por dicho tubo y llega a tu estómago. Si estos músculos no se cierran completamente, el ácido del estómago puede regresar hacia el esófago. Esto se conoce como enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Con el tiempo, este ácido puede dañar el revestimiento de tu esófago. Aunque no es común, el esófago de Barrett puede provocar cáncer.
Síntomas
La acidez estomacal es el principal signo del esófago de Barrett. Ponte en contacto con tu médico si la tienes 3 o más veces a la semana. Asimismo, puedes tener síntomas de ERGE, que incluyen:
- Dificultad para tragar
- Dolor al tragar
- Pérdida repentina de peso
- Sangre en tu vómito o en las deposiciones
- Deposiciones que parecen alquitrán negro
Causas
El daño repetido por el ácido estomacal propicia el esófago de Barrett. Las personas con ERGE poseen un mayor riesgo de contraer la condición. También lo tienen las personas que fuman, que padecen obesidad o que son mayores de 50 años. El esófago de Barrett es más común en hombres blancos e hispanos.
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Diagnóstico
Si tienes ERGE, es probable que tu médico la controle para detectar el esófago de Barrett. Las personas con ERGE grave pueden requerir una endoscopia, un procedimiento ambulatorio para explorar tu esófago y detectar daños. En esta prueba, el médico inserta un tubo delgado y flexible en la garganta. Pueden tomar una muestra de tejido para biopsia, lo que permitirá detectar células anormales, que a su vez pueden provocar cáncer.
Si la prueba muestra células normales, tu médico te recomendará una endoscopia de seguimiento cada 3 a 5 años. Si la prueba muestra células anormales, es posible que necesites una endoscopia una vez al año.
Prevención
Para prevenir el esófago de Barrett, tu médico puede recomendar cambios en el estilo de vida, que incluyen:
- Dejar de fumar, si fumas.
- Hacer más actividad física.
- Pierder peso.
- Evitar los alimentos que provocan acidez estomacal. Los más comunes son el café, el chocolate, la menta y el alcohol. Los alimentos grasosos, picantes o a base de tomate, también pueden causar acidez estomacal.