El dolor abdominal nocturno, a veces llamado dolor de estómago nocturno, puede presentarse por varias razones. Generalmente, se debe a gases u otros problemas digestivos, pero puede haber un problema subyacente más grave, como cálculos biliares.
Los problemas digestivos se consideran la causa más común de dolor abdominal nocturno.
Comer cerca de la hora de acostarse significa que es más probable que la digestión tenga mientras estás acostado(a), lo que facilita que el ácido del estómago regrese al tracto digestivo.
Las dificultades y los trastornos del sueño pueden hacer que afecciones como la úlcera, el síndrome de intestino irritable (SII) y la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) sean más probables o peores.
Acostarse también puede incrementar la presión sobre algunas lesiones musculares, articulares u óseas, haciendo que el dolor y el malestar sean más intensos.
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Usualmente, el dolor abdominal nocturno no es motivo de preocupación inmediata. Sin embargo, los síntomas graves o persistentes requieren atención médica.
Asimismo, las personas deben buscar atención médica si muestran síntomas adicionales, como por ejemplo:
- Dolor intenso o continuo que no disminuye con medicamentos de venta libre
- Fiebre
- Dificultad para respirar
- Pérdida de peso inexplicable
- Hinchazón o inflamación abdominal
- Abdomen que duele al tacto
- Coloración amarillenta de la piel y los ojos
- Náuseas o vómitos continuos, especialmente si vomitas sangre
- Sangre en las heces
- Dolor que ocurre durante el embarazo
- Dolores articulares y musculares
En ocasiones, un dolor intenso y repentino puede indicar una afección más grave, como apendicitis. La apendicitis puede causar dolor que comienza alrededor del ombligo y desciende hasta la parte inferior derecha. Posteriormente, suele empeorar con la menor actividad o movimiento.
Fuente: Medical News Today