La ingesta de suplementos de vitamina D no ayuda a mejorar o aliviar los síntomas dolorosos del síndrome de intestino irritable (SII), así lo reportaron investigadores británicos en un estudio publicado en la revista European Journal of Nutrition.
El SII es un trastorno digestivo crónico que puede causar calambres de estómago, hinchazón, diarrea y estreñimiento. Los síntomas aparecen y desaparecen para algunas personas, pero la afección puede afectar gravemente la calidad de vida.
Investigaciones previas han sugerido un vínculo entre los niveles bajos de vitamina D y el síndrome de intestino irritable.
«Lo que muestra nuestra investigación es que complementar la vitamina D en una dosis segura no redujo la gravedad de los síntomas de SII», señaló Liz Williams, profesora principal de nutrición humana en la Universidad de Sheffield y autora del estudio.
La experta y sus colegas observaron a 135 pacientes con SII. De ellos, alrededor de la mitad usó un aerosol oral de vitamina D3 y la otra mitad un placebo durante 12 semanas. Aunque los niveles de vitamina D aumentaron en los participantes que tomaron la vitamina, no hubo mejoría en la gravedad de los síntomas del SII ni en su calidad de vida.
«Ha habido interés de los investigadores y de los grupos de pacientes en el potencial de la vitamina D en dosis altas para aliviar los síntomas de SII, pero no ha habido muchos ensayos controlados adecuadamente en esta área», mencionó Williams.
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Aunque los suplementos no ayudaron con el SII, la especialista agregó que sí lograron corregir las deficiencias en personas cuyos niveles de vitamina D eran bajos.
«Esto es importante para otros aspectos como la salud ósea y muscular», dijo Williams.
Por su parte, Bernard Corfe, coautor del estudio y profesor de nutrición y salud humana en la Universidad de Newcastle, destacó que para algunas personas con SII severo los niveles bajos de vitamina D podrían deberse a cambios en la dieta y el estilo de vida.
«Algunos pueden sentir, debido a la gravedad de la sintomatología, que están limitando sus actividades al aire libre a causa de la ansiedad ocasionada por los síntomas, o alteran su dieta para evitar que ciertos alimentos desencadenen el cuadro sintomático», detalló Corfe.
Desafortunadamente, estas formas de afrontar la situación pueden ser perjudiciales para la salud y el bienestar y reducir la exposición a valiosas fuentes de vitamina D, añadió el investigador.
«Dado que la vitamina D es esencial para la salud y el bienestar en general, sigue siendo importante que las personas con SII se hagan la prueba, se traten y busquen asesoramiento dietético para que no afecte su salud a largo plazo», dijo Corfe, quien también es un miembro honorario de la Universidad de Sheffield.
Fuente: Health Day News