La vitamina C es un micronutriente muy famoso que ayuda a prevenir y combatir resfriados, pero esa no es su única función. La vitamina C es un antioxidante importante para la piel, los huesos y el tejido conectivo. Por si esto fuera poco, promueve la curación y ayuda al cuerpo a absorber el hierro.

La mejor forma de consumir vitamina C es a través de una alimentación balanceada. Algunas de las fuentes ricas en este nutriente son:

  1. Cítricos.
  2. Pimientos rojos y verdes.
  3. Tomates.
  4. Brócoli.
  5. Verduras de hoja verde. 

A decir de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, algunas personas necesitan vitamina C extra, por ejemplo:

  • Mujeres durante el embarazo.
  • Mujeres durante la lactancia.
  • Fumadores.
  • Personas recuperándose de una cirugía, entre otras.

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La cantidad diaria recomendada de vitamina C es de 75 miligramos al día para las mujeres y 90 miligramos al día para los hombres. 

Durante el embarazo, se recomiendan 120 miligramos al día. Es importante tomar en cuenta que el límite máximo para todos los adultos es de 2,000 miligramos al día. Aunque es poco probable que un exceso de vitamina C en la alimentación sea perjudicial, grandes dosis de suplementos de vitamina C pueden causar lo siguiente:

  • Diarrea.
  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Acidez estomacal.
  • Calambres estomacales.
  • Dolor de cabeza.

Recuerda que una alimentación saludable aporta suficiente vitamina C. Antes de tomar cualquier suplemento, consulta a un profesional de la salud. 

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos